lunes, 30 de agosto de 2010

El influenciador

Aristóteles  (384 a. C.-322 a. C.)
Filósofo, lógico y científico de la Antigua Grecia cuyas ideas influenciaron sobre la historia intelectual de Occidente por más de dos milenios.
Escribió cerca de 200 tratados —de los cuales sólo nos han llegado 3 sobre una enorme variedad de temas, incluyendo lógica, metafísica, filosofía de la ciencia, ética, filosofía política, estética, retórica, física, astronomía y biología.
Fue el padre de la lógica formal, economía, astronomía, precursor de la anatomía y la biología y un creador de la taxonomía (es considerado el padre de la zoología y la botánica). Es considerado (junto a Platón) como el determinante de gran parte del corpus de creencias del pensamiento occidental.
Es reconocido por desarrollar la primera formalización lógica; la formulación del principio de no contradicción; la noción de sustancia entendida como sujeto, y la de categoría entendida como predicado; y la analogía del ser, que son consideradas como la base sobre la que se construyó la filosofía tradicional de occidente.
Aristóteles demostró, o formalizó, y, sobre todo, popularizó (según la perspectiva de donde se le vea) una serie de ideas novedosas para la filosofía de su tiempo, hoy comunes para muchas personas.
Fue discípulo de Platón y de otros pensadores (como Eudoxo) durante los 20 años que estuvo en la Academia de Atenas,  luego maestro de Alejandro Magno en el Reino de Macedonia,  y finalmente fundador del Liceo en Atenas, donde enseñó hasta un año antes de su muerte.


Biografía

Alejandro Magno y Aristóteles.

Aristóteles nació en 384 a. C. en la ciudad de Estagira (razón por la cual se lo apodó el Estagirita), no lejos del actual Monte Athos, en la península Calcídica, entonces perteneciente al Reino de Macedonia (actual Macedonia). Su padre, Nicómaco, fue médico del rey Amintas III de Macedonia, hecho que explica su relación con la corte real de Macedonia, que tendría una importante influencia en su vida.
En 367 a. C., cuando Aristóteles tenía 17 años, su padre murió y su tutor Proxenus lo envió a Atenas, por entonces un importante centro intelectual del mundo griego, para que estudie en la Academia de Platón. Allí permaneció por veinte años.
Tras la muerte de Platón en 347 a. C., Aristóteles dejó Atenas y viajó a la ciudad de Aso, en Asia Menor, donde vivió por aproximadamente tres años bajo la protección de su amigo y antiguo compañero de la Academia, Heremeias, quien era gobernador de la ciudad.
Cuando Heremeias fue asesinado, Aristóteles viajó a la ciudad de Mitilene, en la isla de Lesbos, donde permaneció por dos años. Allí continuó con sus investigaciones junto a Teofrasto, nativo de Lesbos, enfocándose en zoología y biología marina. Además se casó con Pythias, la sobrina de Heremeias, con quien tuvo una hija del mismo nombre.
En 343 a. C., el rey Filipo II de Macedonia convocó a Aristóteles para que fuera tutor de su hijo de 13 años, que más tarde sería conocido como Alejandro Magno. Aristóteles viajó entonces a Pella, por entonces la capital del imperio macedonio, y enseñó a Alejandro durante, al menos, dos años, hasta que inició su carrera militar.
En 355 a. C., Aristóteles regresó a Atenas y fundó su propia escuela, el Liceo (llamado así por estar situado dentro de un recinto dedicado al dios Apolo Licio). A diferencia de la Academia, el Liceo no era una escuela privada y muchas de las clases eran públicas y gratuitas. A lo largo de su vida Aristóteles reunió una vasta biblioteca y una cantidad de seguidores e investigadores, conocidos como los peripatéticos (de περιπατητικός, 'itinerantes', llamados así por la costumbre que tenían de discutir caminando). La mayoría de los trabajos de Aristóteles que se conservan son de este período.
Cuando Alejandro murió en 323 a. C., es probable que Atenas se volviera un lugar incómodo para los macedonios, especialmente para quienes tenían las conexiones de Aristóteles. Tras declarar (según se cuenta) que no veía razón para dejar que Atenas pecara dos veces contra la filosofía (en referencia a la condena de Sócrates), Aristóteles dejó la ciudad y viajó a Calcis, donde murió al año siguiente, en 322 a. C., por causas naturales.

Pensamiento

Metafísica:

Críticas a la teoría de las Ideas de Platón

Platón y Aristóteles, por Raffaello Sanzio (detalle de La escuela de Atenas, 1509).

En su juventud, Aristóteles fue discípulo de Platón en la Academia de Atenas. Aristóteles construyó un sistema filosófico propio. Previo a ello, sometió a crítica la teoría de las Ideas de su maestro. Para intentar solventar las diferencias entre Heráclito y Parménides, Platón había propuesto la existencia de dos dimensiones en la realidad: el Mundo sensible y el Mundo inteligible. Para Aristóteles, el mundo no tiene compartimentos.

Si bien Aristóteles admite, al igual que Sócrates y Platón, que la esencia es lo que define al ser, concibe (a diferencia de sus antecesores) la esencia como la forma (μορφή) que está unida inseparablemente a la materia, constituyendo juntas el ser, que es la sustancia. La afirmación de la importancia del conocimiento sensible, y del conocimiento de lo singular para llegar a lo universal, abrió posibilidades a la investigación científica.

Platón

Platón (en griego: Πλάτων ) (c. 427 a. C./428 a. C. – 347 a. C.) fue un filósofo griego, alumno de Sócrates y maestro de Aristóteles, de familia noble y aristocrática. Platón (junto a Aristóteles) es quién determinó gran parte del corpus de creencias centrales tanto del pensamiento occidental como del hombre corriente (aquello que hoy denominamos "sentido común" del hombre occidental) y pruebas de ello son la noción de "Verdad" y la división entre "doxa" (opinión) y "episteme" (ciencia). Demostró (o creó, según la perspectiva desde donde se le analice) y popularizó una serie de ideas comunes para muchas personas, pero enfrentadas a la línea de gran parte de los filósofos presocráticos y al de los sofistas (muy populares en la antigua Grecia) y que debido a los caminos que tomó la historia de la Metafísica, en diversas versiones y reelaboraciones, se han consolidado. Su influencia como autor y sistematizador ha sido incalculable en toda la historia de la filosofía, de la que se ha dicho con frecuencia que alcanzó identidad como disciplina gracias a sus trabajos. Alfred North Whitehead llegó a comentar:

La caracterización general más segura de la tradición filosófica europea es que consiste en una serie de notas al pie a Platón.

Alfred North Whitehead, Process and Reality, 1929

Entre sus obras más importantes se cuentan: la República (en griego Πολιτεια, politeia, "forma de gobernar - ciudad"), en la cual elabora la filosofía política de un estado ideal; el Fedro, en el que desarrolla una compleja e influyente teoría psicológica; el Timeo, un influyente ensayo de cosmogonía, cosmología racional, física y escatología, influido por las matemáticas pitagóricas; y el Teeteto, el primer estudio conocido sobre filosofía de la ciencia.

Fue fundador de la Academia de Atenas, donde estudió Aristóteles. Participó activamente en la enseñanza de la Academia y escribió sobre diversos temas filosóficos, especialmente los que trataban de la política, ética, metafísica, antropología y epistemología. El conjunto de las obras más famosas de Platón se han denominado Diálogos, debido a su estructura dramática de debate entre interlocutores, si bien varios epigramas y cartas suyos también han perdurado

Biografía

Platón, que realmente se llamó Aristocles, y cuyo seudónimo Platón significa el de espalda ancha -debido a que en su juventud había sido atleta-, era hijo de una familia que pertenecía a la aristocracia ateniense, concretamente a la familia denominada Glaucón. Su nacimiento habría ocurrido en el séptimo día del mes Targelión, equivalente a nuestro actual 7 de mayo[cita requerida]. Su padre se llamaba Aristón, descendiente de Codro, último Rey de Atenas, y su madre Perictione, descendiente del legislador Solón y prima de Critias. Durante su juventud luchó como soldado en las guerras del Peloponeso de las cuales Atenas salió derrotada, y el poder y la economía que ostentaba sobre el mundo griego cayó en las manos de Esparta; así vivió las consecuencias de dicha guerra. A los 21 años pasó a formar parte del círculo de Sócrates, el cual produjo un gran cambio en sus orientaciones filosóficas. Tras la muerte de Sócrates en el 399 a. C., Platón se refugió en Megara durante un breve espacio de tiempo, donde comenzó a escribir sus diálogos filosóficos.

Sus conocimientos y habilidades eran tales que los griegos lo consideraban como hijo de Apolo y decían que en su infancia las abejas habían anidado en sus labios como profecía de las palabras melosas que salían de ellos.

Platón fue discípulo de Sócrates en su juventud y de acuerdo a sus propias palabras, estuvo presente durante su juicio, pero no en su ejecución. El trato que Atenas dio a Sócrates afectó profundamente a Platón y mucho de sus primeros trabajos registran la memoria de su maestro. Se dice que muchos de sus escritos sobre la ética estaban dirigidos a evitar que injusticias como la sufrida por Sócrates volvieran a ocurrir. Después de la muerte de Sócrates, Platón viajó extensamente por Italia, Sicilia, Egipto y Cirene en busca de conocimientos.

En el 396 a. C. emprendió un viaje de diez años por Egipto y diferentes lugares de África e Italia. En Cirene conoció a Arístipo y al matemático Teodoro de Cirene. En Magna Grecia se hizo amigo de Arquitas de Tarento y conoció las ideas de los seguidores de Parménides de Elea.

En el 388 a. C. viajó a Sicilia, a la poderosa ciudad de Siracusa, donde quiso influir en la política de Dionisio I y aprendió mucho de las formas de gobierno que plasmaría después en La República (en griego politeia que significa ciudadanía o forma de gobierno). Sus manifestaciones políticas, que en algunos casos eran irreverentes con la clase dominante, lo llevaron a prisión. De regreso a Grecia, su barco se detiene en Egina, que estaba en guerra contra Atenas, en donde él es vendido como esclavo, sin embargo Aníceris de Cirene reconoció a Platón en la venta de esclavos y lo compró para devolverle la libertad. Volvió incluso en dos ocasiones más a Siracusa (los años 367-365 y 361), con el deseo de influir sobre Dionisio II (hijo de Dionisio I) en el modo de gobierno, y con la ayuda de un amigo siracusano llamado Dion.

En el 387 a. C., tras recobrar su libertad, Platón compró una finca en las afueras de Atenas, donde fundó un centro especializado en la actividad filosófica y cultural, al cual llamó Academia. El nombre procede de que en dicha finca existía un templo dedicado al antiguo héroe llamado Academo y dicha academia funcionó ininterrumpidamente, según algunos, aunque no es un punto aceptado por todos, hasta su clausura por Justiniano I en el 529 dc, pues veía en esta una amenaza para la propagación del cristianismo. Muchos filósofos e intelectuales estudiaron en esta academia, incluyendo a Aristóteles, que allí estuvo durante 20 años (367-347 a.C.).

Platón también recibió influencias de otros filósofos, como Pitágoras, cuyas nociones de armonía numérica y geomatemáticas se hacen eco en la noción de Platón sobre las Formas; también Anaxágoras, quien enseñó a Sócrates y que afirmaba que la inteligencia o la razón penetra o llena todo; y Parménides, que argüía acerca de la unidad de todas las cosas y quien influyó sobre el concepto de Platón acerca del alma.

Platón murió en el 347 a. C., a los 80/81 años de edad, dedicándose en sus últimos años de vida a impartir enseñanzas en la academia de su ciudad natal.

Obra:
La obra de Platón está escrita en forma de diálogos y puede dividirse en cuatro etapas:

1. Primeros diálogos o diálogos socráticos o de juventud. Se caracterizan por sus preocupaciones éticas. Están plenamente influidos por Sócrates. Las más destacadas son: Apología, Ion, Critón, Protágoras, Laques, Trasímaco, Lisis, Cármides y Eutifrón.

2. Época de transición. Esta fase se caracteriza también por cuestiones políticas, además, aparece un primer esbozo de la Teoría de la reminiscencia y trata sobre la filosofía del lenguaje. Destacan: Gorgias, Menón, Eutidemo, Hipias Menor, Crátilo, Hipias Mayor y Menexeno.
3. Época de madurez o diálogos críticos. Platón introduce explícitamente la Teoría de las Ideas recién en esta fase y desarrolla con más detalle la de la reminiscencia. Igualmente se trata de distintos mitos. Destacan: Banquete - también conocido como Simposio, Fedón, República y Fedro.
4. Diálogo de vejez o diálogos críticos. En esta fase revisa sus ideas anteriores e introduce temas sobre la naturaleza y la medicina. Destacan: Teeteto, Parménides, Sofista, Político, Filebo, Timeo, Critias, Leyes y Epínomis.

lunes, 23 de agosto de 2010

Subjetividad

El término subjetividad se utiliza con dos significados, según se utilice para referirse al conocimiento o al sujeto. En la teoría del conocimiento, la subjetividad es la propiedad de las percepciones, argumentos y lenguaje basados en el punto de vista del sujeto, y por tanto influidos por los intereses y deseos particulares del sujeto. La propiedad opuesta es la objetividad, que los basa en un punto de vista intersubjetivo, no prejuiciado, verificable por diferentes sujetos.

Desde el punto de vista de la sociología la subjetividad se refiere al campo de acción y representación de los sujetos siempre condicionados a circunstancias históricas, políticas, culturales, etcetéra. La palabra subjetivo indica aquello que pertenece al sujeto y refiere a todo lo vinculado a este y a aquello que se encuentra en clara oposición al mundo externo o relativo a el.
También, al modo de pensar o de sentir que cada individuo tiene se lo designará con la palabra subjetivo.
En tanto, el término subjetivo, además, se erige como la principal oposición al concepto de objetivo. Porque por el contrario y en total oposición, objetivo será todo aquello relativo al objeto en sí mismo y no como lo subjetivo que refiere a nuestro particular modo de ver y pensar las cosas. Cuando algo existe realmente, muy por encima y fuera del sujeto que conoce, es decir, sin ponerle esa carga personal tan propia de lo subjetivo, se llama o se dice que es objetivo.
Muchas veces se considera que si por ejemplo nuestro trabajo se cierne sobre calificar, juzgar y apreciar a favor o en contra de determinada performance de otro, la tarea podrá llevarse a cabo efectiva y correctamente siempre y cuando esa persona objeto de la atención no sea alguien cercano de alguna manera a nuestros afectos u odios, según corresponda al caso en cuestión, porque esta cuestión personal, está comprobado, en muchas situaciones, puede incidir a la hora de tener que volcarse a favor o en contra de determinada cuestión
El marketing es una batalla de percepciones más que una guerra de productos. Hay quienes pretenden rodearlo con un halo de misterio cuando en realidad es una cuestión de sentido común.La mayoría de los errores de marketing surgen del supuesto de que las batallas de la guerra competitiva se despliegan en la realidad. Pero en marketing, lo único que existe son percepciones en la mente de los clientes actuales y potenciales. La percepción es “la realidad”. Todo lo demás es ilusión. No hay productos mejores o peores, hay productos que parecen mejores que otros.
Tal vez por esta razón, hoy mucha gente vive preocupada haciendo investigaciones para identificar y acotar hechos ciertos. Analiza la situación para estar segura de que la verdad está de su lado (las más de las veces se investiga no para “informarse”, sino para “confirmar” lo que ya se cree saber).
Esa gente baja confiada al campo de batalla, segura de que con su “producto” (el mejor y/o el más barato) conquistará una buena porción de mercado. Está convencida de que, a la larga, el mejor “producto” vencerá. Pero luego no es así. ¿Por qué? La respuesta está en la Ley de la Mente. Si la mente es el campo de batalla del marketing, es ella la que marca las reglas del juego.
El proceso de lo que vemos, oímos o, en general, sentimos, parece ser asimilado sin esfuerzo y casi sin atención. Pero es consecuencia de un proceso neurocognoscitivo iniciado como una impresión material de nuestros sentidos que termina en una sensación interior. Es la percepción. .Los individuos procesan el estímulo exterior; y en virtud de sus propias configuraciones el resultado final es distinto en cada persona.
El fiasco más bochornoso y claro fue el lanzamiento de New Coke en el año 2000. Ningún producto pasó por tantos “pre-tests”, ni tuvo una inversión publicitaria tan grande. Antes de su lanzamiento se realizaron más de 200.000 ensayos de sabor. Quedó totalmente claro y comprobado que la gente prefería el sabor de New Coke al de Pepsi-Cola, que a su vez (también según los ensayos) sabía mejor que la fórmula original de Coca-Cola.
Por tanto, si el marketing fuera una guerra de productos New Coke debía “barrer”. Pero ¿qué pasó? Que el producto que mejor sabe está tercero y Coca-Cola Classic, que es teóricamente peor sabor, la primera.
¿Por qué tanta gente de marketing presupone que la verdad siempre está de su parte? ¿Por qué piensan que su trabajo consiste en usar esa verdad como un arma para corregir las percepciones “erróneas” que según ellos existen en las mentes de los clientes?{mosliteadsense4joomla}
Cambiar la mente es muy complicado. La mayoría de las veces imposible. Por poca experiencia que tenga, un consumidor siempre cree que está en lo cierto. Y como es él el que paga...
El marketing es una guerra de percepciones, no de productos. La gestión del marketing consiste en el manejo adecuado de esas percepciones.
Pero debe tener presente que los clientes son cada día más inteligentes y están más informados. Así pues, asegúrese de que su producto / servicio sea bueno. Para matar rápido a un mal producto no hay nada mejor que un buen plan de marketing.

La objetividad

Es la cualidad de lo objetivo, de tal forma que es perteneciente o relativo al objeto en sí mismo, con independencia de la propia manera de pensar o de sentir (o de las condiciones de observación).1


En el sentido filosófico de la palabra sirve para caracterizar:

» un objeto en cuanto objeto.

» el conocimiento o la representación de un objeto.

» el sujeto de ese conocimiento o autor de esa representación.

Objetividad del mundo físico

Una noción física fundamental es la de observador. En todas las teorías físicas se presupone la existencia de algún tipo de realidad objetiva y un número potencialmente infinito de observadores diferentes capaces de observar y medir dicha realidad. La objetividad del mundo material se recoge en las teorías físicas como el axioma de la intersubjetividad de la medida, ese axioma o principio a priori es la afirmación de que aunque «diferentes observadores pueden llegar a medidas diferentes de la misma realidad objetiva, todas ellas son relacionables mediante reglas generales». Este último principio se expresa en la teoría de la relatividad mediante el principio de covariancia, según el cual las ecuaciones fundamentales de la física tienen la misma forma para todos los observadores. Puede demostrarse que la propiedad de intersubjetividad conduce a que pueden formarse ciertas expresiones matemáticas que relacionan las medidas que son invariantes en forma o forminvariantes para todos los observadores (eso es lo rexpresado en el principio de covariancia). Esas expresiones matemáticas son precisamente las ecuaciones fundamentales de la física

Psicología conductista y marketing

Hay cuatro técnicas prácticas que son conocidas en mercadotecnia, pero pocas empresas las emplean sistemáticamente


"Mucho antes de ponerse de moda el conductismo, los marketineros ya lo usaban. Por entonces -señala Edward Welch, investigador de la consultora McKinsey & Cº- ofrecer dos cosas al precio de una o pagar una compra en cómodas cuotas se impusieron porque funcionaban, no porque la mercadotecnia hiciera sesudos estudios psicológicos".

PAGO MENOS DOloroso. En casi toda decisión de compra, los consumidores y los usuarios tienen la opción de no hacer nada y ahorrar dinero para otra oportunidad. Por ello, el marketing involucra persuadir al potencial cliente para que abra la billetera y gaste. Según un principio general, pagar debería doler por cada gasto. La mercadotecnia, por el contrario, indica que varios factores aleatorios influyen en el comportamiento del cliente y en cómo gastar.

Los minoristas saben que permitir la postergación de pagos suele aumentar apreciablemente la disposición a comprar. Uno de los motivos por los cuales financiar una venta da resultados es lógico: la depreciación de la moneda en el tiempo -particularmente en economías periféricas- reduce el costo de la operación ya que, por lo general, las personas no reparan en los intereses. Pero hay una segunda base, menos racional: a la gente abonar al contado le resulta tan desagradable como perder plata. Esto resalta el lado negativo de una compra y su remoción eliminará una traba psicológica.

Otra forma de atenuar esa conducta en el público es entender cómo la "contabilidad mental" influye en las decisiones. El cliente emplea varios sistemas para realizarla, de acuerdo con las fuentes de ingresos, y trata el dinero según su origen. Este factor no suelen sopesarlo economistas ni analistas. Entre los componentes de esa contabilidad sobresalen entradas extraordinarias, efectivos, ingresos y ahorros. Estas últimas dos fuentes son las más remisas al gasto inmediato.

"La tecnología en esta materia presupone nuevos instrumentos para domeñar la contabilidad mental en beneficio de los marketineros y -cree Welch- los clientes. Un operador de tarjetas, por ejemplo, podría ofrecer aplicaciones vía web o celulares que funcionen en tiempo real programando gastos según presupuestos fijos o categorías de ingresos y otros parámetros no enteramente racionales". ¿Cuál sería la ventaja para el consumidor? Pues motivarlo para no vivir por encima de sus medios.

OPCIONES CERO. Hay evidencias claras de que cuando se le ofrece a alguien una opción cero (N.del R.: no tener opción de elegir), el beneficiario la aprecia más que a las alternativas convencionales y no quiere perderla.

Los marketineros astutos suelen aprovechar estas prácticas. Telecom Italia, por ejemplo, incrementó la aceptación de ofertas hechas a abonados que llamaban para cancelar servicios. Al principio, la compañía les informaba que tendrían derecho a cien llamadas gratis si mantenían el plan. Pero había una trampa: luego el comunicado original pasaba a decir: "hemos acreditado en su cuenta cien llamadas ¿cómo desea usarlas?". Muchos clientes ya no querían desistir de un tiempo gratuito que consideraban propio.

Esta modalidad funciona mejor cuando quienes deben decidir son muy indiferentes o les molesta considerar opciones. Estas conductas son en especial relevantes en un contexto cada día más atiborrado de ofertas, pues la opción cero elimina la necesidad de tomar decisiones. Pero, por eso mismo, esa oferta debe ser buena para la mayoría del mercado potencial porque, si se busca engañar a la gente, sólo se generará descontento.

LIMITAR LAS OFERTAS. Cuando una opción cero no es factible, los marketineros deben evitar una saturación de ofertas que acabe espantando clientes. En un clásico experimento, se le ofreció a un grupo de consumidores probar una selección de 24 mermeladas y sólo seis a otro. La variedad más amplia atrajo más interesados, pero pocos compraron. Al contrario, las ventas de la muestra menor resultaron cinco veces superiores.

En primer lugar, las muestras abundantes obligan al público a esforzarse más por ubicar su opción de preferencia y constituyen un obstáculo potencial a la compra. En segundo término, las selecciones numerosas aumentan el peligro de imbuir a cada opción de un halo negativo, ya que cada elección requiere desechar ventajas existentes en otras. Por ende, limitar la gama de opciones permite a las personas adoptar decisiones rápidas y sentirse más satisfechas.

UBICAR LA OPCIÓN. Los economistas convencionales, afirma Welch, "dan por sentado que todo tiene un precio. A lo sumo, un individuo pagará por algo más que otro, pero cada cual sabe qué valor máximo está dispuesto a pagar. Sin embargo, el marketing conductista puede influir para cambiar la ecuación".

Los marketineros a veces se aprovechan y ofrecen opciones obviamente inferiores pero sobrepreciadas. Aun si no las venden, pueden fomentar colocaciones de productos mejores que el comerciante desea promover. Por ejemplo, ese efecto opera en restaurantes donde el vino preferido no es el más caro, sino el segundo en precio. Los consumidores que lo piden "sienten" que obtienen algo especial pero no tan costoso.

Otra forma de imponer opciones no se relaciona realmente con los productos que se ofrecen, sino con la manera de exhibirlos. Investigadores de McKinsey sugieren que quienes compran helados envasados se fijan primero en la marca, luego en los gustos y, por último, en el precio. Organizar las góndolas de los supermercados según las preferencias de los compradores los hace más felices y menos proclives a elegir por precio. A su vez, los minoristas pueden vender productos más caros y con mayores márgenes de ganancia. Esto explica, de paso, por qué las góndolas raramente se ordenan por precios.

CONCLUSIONES. Los profesionales del marketing saben desde hace mucho que las actitudes irracionales ayudan a definir las opciones de los compradores. Por lo tanto, la economía del conductismo torna predecible aquel factor, hasta cierto punto. Captar exactamente cómo leves cambios en los detalles de una oferta influyen en las reacciones del público resulta clave.

miércoles, 11 de agosto de 2010

¿Qué significa preguntar? . Santiago Kovadloff

No se nos educa para que aprendamos a preguntar. Se nos educa para que aprendamos a responder. El mal llamado sentido común suele confundir el saber con lo que ya no encierra problemas y la verdad con lo invulnerable a la duda.

Es que, usualmente, la pregunta sólo vale como mediación que debe conducir, cuanto antes, al buen puerto de una respuesta cabal. Allí, entre sus sólidas escolleras, s ele exige naufragar al desasosiego sembrado por la pregunta.

Como se ve, preguntas y respuestas tienen, entre nosotros, no apenas un valor convencionalmente complementario sino también íntimamente antagónico. Y en tren de sincerarnos, habrá que reconocer que nos cautivan mucho más las respuestas que las preguntas. Ello es fácil de explicar: mientras las primeras siembran inquietud, las segundas si no reconfortan, al menos clarifican y ordenan. Pero por lo mismo que están llamadas a apaciguar la incertidumbre, las respuestas suelen ser más requeridas que encontradas y su aparente profusión, en consecuencia, resulta mas ilusoria que real. Y en un mundo que cree disponer de más respuestas de las que efectivamente tiene, preguntar se vuelve imperioso para poner al desnudo el hondo grado de simulación y jactancia con el que e vive. Tan imperioso, diría yo, como peligroso. Exhibir sin atenuantes nuestra indigencia en términos de saber no suele ser una iniciativa que coseche demasiadas simpatías. Occidente, no menos contradictorio en esto que en otras cosas, quiso perpetuar la memoria del hombre que encarnó como nadie la pasión de preguntar y el don de sostenerse con entereza en el riesgo de lo que preguntar implica. Pero Sócrates fue condenado a muerte por la misma cultura que lo enalteció. Su recuerdo, por lo tanto, resulta tan estimulante como preventivo.

No hay sistema autoritario que no asiente el despliegue de en su intolerancia de a primacía de las respuestas sobre las preguntas, en la presunción, respaldada a punta de bayoneta, de que el saber (que por lo general representa como El saber) tiene al sujeto por depositario pasivo y no por interprete activo.

Asimismo, es tan interesante como descorazonador verificar que, en su mayoría, los políticos tienden a excluir las preguntas del arsenal retórico en que nutren su elocuencia. Están persuadidos de que les irá mejor si se las ingenian para responder antes que para preguntar. Ello supone que las preguntas, explicitas o no, corren por cuenta del electorado insatisfecho, con lo cual quedan definitivamente asociadas a lo que debe superarse y no a lo que debiera ser recuperado.

Decididamente, preguntar no es prestigioso. Puede, sí, resultar circunstancialmente tolerable, sobre todo en boca de los niños. En especial entre los tres y los diez años, los chicos suelen hacerse cargo de cuestiones cuya densidad poética y filosófica rebasa con holgura eso que un tanto precipitadamente, llamamos nuestra madurez. Así es como, en su mayoría, quienes divulgan en reuniones sociales las ¨ocurrencias¨ de sus hijos, tienden a etiquetar como ingenioso a lo bello o como expresión de inocencia a lo que traduce el más radical de los cuestionamientos.

Los niños preguntan en serio. ¿Qué significa eso? Significa que, al igual que contadísimos adultos, se atreven a quedar a la intemperie, a soportar los enigmas impuestos por una realidad que, rompiendo su cascarón de mansedumbre aparente, se planta ante ellos revulsiva, irreductible, misteriosa y desafiante.

Los niños no preguntan porque no sepan. Preguntan porque el saber aparente, ese velo anestesiante que años después habrá de envolverlos, aún no ha logrado insensibilizarlos. Es que los niños están constituidos por un tejido espiritual que mientras rige no es permeable a la función soporífera que se le adjudica al conocimiento bajo el nombre de educación. Los niños están aún más acá del saber. Lo demuestran al hacerse cargo, personalmente, de la responsabilidad de preguntar. Y aquí arribamos adonde más nos importa.

¿Quién pregunta de verdad? ¿Acaso aquel que ignora lo que otros supuestamente saben? ¿Pregunta quizás quien no cuenta con las respuestas de las que otros, mas afortunados, si dispondrían? No lo creo. Preguntar no es carecer de información existente. Nada pregunta quien supone construida la respuesta que él busca. Si la pregunta va en pos de una respuesta preexistente será hija de la ignorancia y no de la sabiduría. Las autenticas preguntas, tan inusuales como decisivas, son aquellas que se desvelan por dar vida algo que todavía no la tiene, aquellas que aspiran a aferrar lo que por el momento es inasible, aquellas que se inquietan por constituir el conocimiento en lugar de adquirirlo hecho.

Sí, preguntar es atreverse a saber lo que todavía no se sabe. Lo que todavía nadie sabe. Preguntar es animarse a cargar con la soledad creadora de aquel viajero que inmortalizó Machado: ¨Caminante no hay camino, se hace camino al andar¨. Es que las preguntas serán siempre empecinadamente personales o no serán auténticamente preguntas. Preguntar no es andar por ahí formulando interrogantes sino sumergirse de cuerpo entero en una experiencia vertiginosa.

Las preguntas, si lo son, abarcan la identidad de quien las plantea, incluso cuando no resulten en sentido estricto, preguntas autobiográficas. Precisamente, debido a ese férreo carácter personal e intransferible de la pregunta es decir, en virtud de su sello de instancia indelegable en la respuesta requerida no puede estar constituida con antelación a ese preguntar. Sócrates no dispone de las respuestas que busca en su interlocutor. No puede disponer de ellas si de verdad pregunta. Ellas solo han de ser creación de quien se anime a forjarlas. Cada Cual debe responder a su manera, así como no puede sino preguntar a su manera.

En el auténtico preguntar zozobra la certeza, el mundo pierde pie su orden se tambalea y la intensidad de lo polémico y conflictivo vuelve a cobrar preponderancia sobre la armonía de toda síntesis alcanzada y el manso equilibrio de lo ya configurado.

Cuenta Joan Corominas en su cautivante diccionario que la expresión latina percontari, de la cual proviene nuestro pregunta, se vio alterada, en su proceso de cambio hacia la lengua castellana por el verbo de uso vulgar praecunctare, derivado de cunctari, que significa dudar o vacilar. La referencia etimológica gana todo su peso si se advierte que percontari enfatiza, en el acto de preguntar, la decisión de conocer o buscar algo que se sabe oculto o disimulado.

En cambio, praecuntare subraya la incertidumbre, el tantear a ciegas que se adueña de aquel que pregunta. Y, efectivamente, en el acto de preguntar la realidad reconquista aquel semblante ambiguo, penumbroso, que la respuesta clausura y niega. Después de todo, respuesta proviene de responsio y responso es la oración dedicada a los difuntos, es decir, con criterio más amplio, a lo que ha dejado de vivir.



Santiago Kovadloff ,

¨La nueva ignorancia¨



Definición de Cognitivismo

La psicología cognitiva, contrario a lo que comúnmente se cree no se originó en la década de los sesenta, sino mucho antes como una disciplina de la psicología experimental y de la psicología evolutiva.


La Psicología cognitiva es una rama de la psicología que se ocupa de los procesos a través de los cuales el individuo obtiene conocimiento del mundo y toma conciencia de su entorno, así como de sus resultados. El origen de la psicología cognitiva está estrechamente ligado a la historia de la psicología general. La psicología cognitiva moderna se ha formado bajo la influencia de disciplinas afines, como el tratamiento de la información, la inteligencia artificial y la ciencia del lenguaje.

Bartlett (1.932): realizó investigaciones que lo a rechazar el concepto de memoria como depósito o almacén y subrayar el concepto de memoria como construcción. La construcción implicaba que la memoria utiliza esquemas para observar y clasificar la información, por lo tanto como un proceso activo de reinterpretación. La sucesiva reorganización de la experiencia en esquemas permite el desarrollo de la memoria y los eventos recordados que son reconstruidos de manera diferente en función de la ampliación de los esquemas.

Piaget (1.896 – 1.980): dedicó prácticamente toda su obra al estudio del desarrollo cognitivo, sobre todo del pensamiento y de la inteligencia. Para Piaget el individuo va organizando su experiencia y conocimiento en esquemas cognitivos que a través de dos procesos fundamentales (asimilación y acomodación) se va modificando. El proceso de desarrollo se inicia a partir de esquemas sensorio motrices donde el conocimiento está ligado a la acción directa, y termina en los esquemas de las operaciones formales donde se han logrado niveles de abstracción más desligados de la experiencia inmediata.

En los años sesenta, gracias al influjo de la teoría de la información, la teoría de la comunicación, la teoría general de sistemas y sobre todo el desarrollo de los ordenadores, la psicología general se hace cognitiva (se reconstruye como cognitiva). Se concibe al ser humano no como un mero reactor a los estímulos ambientales, sino como un constructor activo de su experiencia, un " procesador activo de la información". (Neisser, 1.967).

Las características generales del nuevo modelo de la psicología cognitiva son (Mahoney, 1.974):

• La conducta humana está mediada por el procesamiento de información del sistema cognitivo humano.

• Se distingue entre procesos (operaciones mentales implícitas en el funcionamiento cognitivo) y estructuras (características permanentes del sistema cognitivo).

• Se proponen cuatro categorías generales de proceso cognitivos: atención (selectividad asimilativa de los estímulos), codificación (representación simbólica de la información), almacenamiento (retención de la información) y recuperación (utilización de la información almacenada).

• Se destacan tres estructuras cognitivas: receptor sensorial (recibe la información interna y externa), una memoria a corto plazo (que ofrece a corto plazo la información seleccionada) y una memoria a largo plazo (que ofrece una retención permanente de la información.

En resumen la persona no es un reactor al ambiente (conductismo) o a fuerzas organísticas biológicas (modelo psicodinámico), sino un constructor activo de su experiencia, con carácter intencional o propositivo.